
Por gracia de Dios falta una semana para las dichosas elecciones (no creo haber podido aguantar más tiempo).
Durante los últimos meses hemos estado viviendo en ese ambiente tan desagradable y que a no pocos nos harta, el tiempo en el cual el país se convierte en la competencia, el engaño, el aprovecharse de las personas: las famosas campañas electorales. No estoy en contra de que existan las campañas puesto que cada partido político debe DARNOS A CONOCER SUS PROPUESTAS, acciones concretas que van a realizar para trabajar por nuestro país. Sin embargo durante estas campañas lo único que pude apreciar en muchos partidos pólíticos fue que estos partidos y sus candidatos no se toman en serio el papel que ocupan o que podrían ocupar en caso de ganar, creo que las campañas fueron una vergüenza para nuestro país y una ofensa para todos nosotros que este domingo vamos a poner nuestra confianza en algún candidato. No puedo creer que los partidos se hayan dedicado a hacer show, a ganar gente a como de lugar con fiestas o mejor dicho borracheras organizadas por los candidatos, llamando "famosos" para anunciarse y hacer campaña, haciendo dibujitos de los candidatos y haciendo poses estúpidas para salir en sus fotos y además criticándose todos los partidos entre si tratando de mostrar lo malo de los otros en vez de lo bueno de ellos. Durante esta campaña no me quedaron claras las propuestas de los partidos políticos (si es que tenían propuestas). En fin, espero que por la manera de hacer campaña de los diferentes candidatos nos hayamos dado cuenta de la clase de persona que es por quien vayamos a votar.
Sin embargo, a pesar de todo esto y de la falta de seriedad con que realizaron estas campañas, es nuestro deber como ciudadanos de México y como cristianos (los que lo sean) el ir a votar (para los católicos esto está dentro del cuarto mandamiento). Es un deber porque no podemos dejar de votar y que entonces los candidatos que ganen no sean los que deberían de estar. ¿Por quién debemos de votar? por los candidatos o el partido que nuestra conciencia nos indique, definitivamente por aquel partido más justo, que defienda a las personas, que defienda la vida, etc. El problema es que muchas veces podemos caer en el yo no quiero a ninguno y entonces cancelo mi voto, definitivamente lo ideal no es votar por el menos peor, pero creo que es mejor que gane el menos peor a que gane el peor. En lo personal votaré por el partido político que yo considero tuvo una campaña más seria y que por lo tanto me demostraron que tienen un poquito más de cabeza que los otros partidos políticos.
Votemos todos, porque si no votamos luego no podemos quejarnos del gobierno cuando los primeros que estamos mal somos nosotros.