
Mucha gente critica la época de la Inquisición o del holocausto judío y por supuesto que en esas épocas se cometieron abusos terribles contra la dignidad humana. Sin embargo, personalmente no entiendo por qué la gente odia tanto esos hechos y no se da cuenta de que actualmente nos encontramos viviendo el peor holocausto de todos los tiempos de la humanidad: el aborto.
Satanás ha influido tanto en este hecho y ha logrado convencer a gran parte de la población de que el aborto no es cometer un asesinato contra el más inocente de los seres, el no-nacido, el ser humano que no puede defender su vida de ninguna manera, ni siquiera por medio de dar su opinión.
Comúnmente se escuchan doctrinas satánicas para defender el "derecho" de la mujer al aborto, entre las cuales se encuentran las siguientes: la mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo y por lo tanto puede decidir si quiere tener a ese niño o no, el aborto no es asesinar a un ser humano porque el embrión o el feto no son seres humanos o no tienen vida humana todavía, no importa matar al niño porque para qué va a venir al mundo a sufrir, entre muchas otras razones estúpidas, pero la justificación más idiota que he escuchado es que el feto no tiene vida humana porque no es un ser totalmente biopsicosocial ya que sus pensamientos todavía no están bien desarrollados y porque no puede interactuar socialmente.
Todas las justificaciones anteriores surgen de la ignorancia y de la dureza del corazón. Cualquier persona con capacidad de raciocinio y con una conciencia más o menos bien formada puede desacreditar todo lo anteriormente dicho. Es fácil entender que el ser humano en el vientre materno no es parte del cuerpo de la madre sino que aunque depende de éste para sobrevivir tiene sus propias funciones y dignidad como ser humano. Un ser humano se crea desde el momento de la fecundación en el cual al combinarse el material genético del padre y de la madre el nuevo ser tiene un nuevo código genético único e irrepetible que lo distingue de los demás, además de que en ese momento empiezan los fenómenos de división y respiración celular y las reacciones bioquímicas que hacen posible la vida. No podemos asegurar que un niño que nazca aún en las peores condiciones, solamente vaya a sufrir y aunque el ambiente de su nacimiento no fuera el ideal, eso no nos da derecho a asesinarlo. En cuanto a la justificación biopsicosocial, prefiero no comentar ante tan estúpida afirmación.
En fin no se puede hablar de un derecho a la mujer de libertad de decisión, cuando esa libertad acaba donde empieza la de otra persona (el bebé) y cuando el primer y más fundamental derecho del ser humano es el derecho a la vida. Es triste ver cómo ha avanzado la cultura de la muerte y que mucha gente no hace nada por luchar contra esto, la gente que está en contra del aborto muchas veces lo único que hacen es sentir tristeza y resignarse.
Estoy seguro de que en un futuro se comentará del aborto lo que ahora se comenta de la Iquisición y de la matanza judía y la gente no entenderá cómo las personas de ésta época podía hacer semejante atrocidad, cómo una madre podía matar a su propio hijo, cómo un médico, que supuestamente debe defender la vida, era capaz de quitársela a un ser inocente, porque ese ser no se tiene la culpa de las acciones de la madre o la persona que haya ocasionado el embarazo.
La gente pide paz y felicidad y no entienden que ésto no lo pódremos tener hasta que no se elimine la lacra del aborto de nuestra sociedad, mientras esto no suceda, el mundo no va a cambiar. ¿Cuánta gente buena está siendo abortada?, ¿cuántos promovedores de la paz han sido abortados?, ¿cuántos buenos gobernantes han sido abortados?, ¿cuántos sacerdotes han sido abortados?, ¡la salvación del mundo está siendo abortada! Actualmente en todo el mundo hay más de 85 abortos por minuto. La culpa de esto no solamente la tienen los que lo promueven y defienden sino también todos los que no hacen nada por luchar contra el aborto, la sangre de tantos niños abortados cae sobre nosotros y reclama justicia.
Debemos orar por los niños abortados y por las madres que están pensando en abortar, también oremos por la conversión de los defensores del aborto y alcemos la voz por los niños que no pueden alzarla. Sigamos el ejemplo de nuestra Iglesia que a pesar de lo que le ha perjudicado, no se ha cansado de defender a los no-nacidos y también recordemos que el aborto no es un asunto religioso sino un asunto de ética humana y por lo tanto no solamente los católicos debemos estar en contra de el, sino todas las personas independientemente de nuestra postura religiosa.
¿Dios tenga misericordia de nosotros y nos perdone!